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Contextile: Side By Side de Ann Hamilton.

Vivir una performance

Efectivamente dentro de la inauguración de la Bienal de tejido Contextile, el broche final lo ponía una intervención artística de Ann Hamilton, reputada artista textil , mujer menuda y con aspecto inteligente que deambulaba en medio de su creación mientras los demás nos convertíamos en espectadores y a la vez actores. 

Y es que en el programa rezaba que Side by Side (Lado a Lado) iba a ser “una serie de intervenciones artísticas que poéticamente responden a Guimaraes, a su comunidad, patrimonio textil, arquitectura , historia.”. Pero el caso es que al llegar a la explanada de entrada de la CJAJG- Plataforma de las Artes y la Creatividad, no podías llegar a imaginar lo que allí iba a tener lugar.

Caía la tarde y al fondo de la explanada en un gran edificio frontal, a modo de telón, decenas de sábanas teñidas de distintos azules, ( como los azuletes de antaño) se agitaban con personas que iban pasando que las rozaban, ya intuías que algo iba a pasar. Delante de ellas, unos enormes carros antiguos contenían pieles, también de tonos azules diferentes, desvahídos y te llamaba la atención que los podías ver por toda la plaza. Ann Hamilton y su ayudante Cindy Steiler, coordinaban y no perdían detalle de todo lo que allí iba pasando, pero de una manera discreta y serena , como si todo aquello no fuese con ellas. 

Inesperadamente sale un hombre vestido con una abrigo de lana, cuya mitad estaba tejido y la otra con piel de oveja, armado con un gran vara, deambulaba entre la gente hasta colocarse en una posición acordada, recortado con el edificio parecía un ser extraño, de otro planeta. Cuando todavía estabas mirando para él otra mujer recorre un trecho para colocarse a leer debajo de un árbol, casi mimetizada y otra más que lee mientras se sienta en un banco ante una multitud de personas que no sabe bien que pensar. 

Una extraña pareja come frutos secos, tranquilamente sentada en un banco, mientras que una chica se pasea en bicicleta dando vueltas con una abrigo de lana, ante la mirada sorprendida de los que allí estábamos. En un espacio que casi a mi me hace recordar un estanque, una muchacha se encuentra “lavando” otra piel como las del carro, ante la mirada seria de dos hombres con abrigos de paño-lana. 

De repente se oye a lo lejos un canto suave, sereno en la tarde, casi como una nana, y las personas se arremolinan entorno a los carros y las sábanas, nos dirigimos allí para ver que es esa música, y es que personas “anónimas del pueblo” cantan una canción tradicional. A mi me recuerda a los lavaderos antiguos, donde una comunidad se reunía a conversar y a lavar su ropa. 

Una joven que arrastra unos trozos de piel de los carros, conduce al pueblo que canta hacia otra muchacha que toca el pandero y todos ellos nos dirigen por el edificio a la exposición donde los abrigos se sitúan sobre palos contra la pared bajo una luz suave, que a mi se me asemeja al sol. Sin darme cuenta, tuve la sensación de haber sido parte de la instalación a la vez que observadora, de estar dentro y fuera de un mismo escenario. 

Efectivamente la historia de un pueblo, unas tradiciones, su textil, una historia contada de una manera increíble. 

«La magia de una ARTISTA, una mujer inteligente, discreta y menuda que deambulaba por la instalación»

 
>>VÍDEO: Contextile 2018: “Side By Side” de Ann Hamilton

 

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